Cuando hablamos de branding, no estamos hablando simplemente de Marca, aunque en definitiva hay quienes afirman que este término hace referencia a la “construcción de una marca“, pero realmente el branding bien hecho, implica construir la identidad de un negocio través del aprovechamiento de la marca.
El branding bien hecho, obliga a que nosotros, como creadores de una marca, identifiquemos cuales son los elementos esenciales para que el cliente perciba correctamente el mensaje que queremos enviarle a través de lo que somos, de lo que hacemos, de lo que queremos lograr… de lo que le ofrecemos… más allá de lo que aparentemente vendemos.
No podemos olvidar que inicialmente tiene como principal propósito: posicionarnos en la mente de nuestro target de mercado.
Pero hacerlo bien, implica que debemos tener claramente definida nuestra Identidad Corporativa, y esto no debe ser tomado a la ligera y si se hace bien, solo podremos encontrarla en la esencia de nuestra empresa, debajo de lo que vendemos, más allá de nuestros productos; por ejemplo hay quienes creen que Harley Davidson vende motos, pero debajo de esto realmente venden un estilo de vida basado en la idea de la libertad.
Por eso, si queremos construir una marca viral, que nuestra audiencia ame, el proceso del branding debe ir mas allá de la definición de los colores y el logo, e implica la construcción sistémica de un mensaje de alto impacto, basado en valores poderosos que respondan a las necesidades reales del mercado; y estos valores deben reflejarse en todos los niveles de la compañía, además de convertirse en una constante en el día a día del equipo humano, con trascendencia real hasta los consumidores.
Esto implica la construcción de una conciencia corporativa, enfocada en la satisfacción de las necesidades del cliente, de forma consistente.
De esta forma, la marca se vuelve en realidad el alma de la empresa.
A nivel de marketing, alcanzando el objetivo de posicionamiento en la mente del consumidor, el trabajo de marca, debe cubrir los procesos de calidad y postventa, con el objetivo de consolidar el posicionamiento y además fidelizar al cliente en busca de construir relaciones de negocios que duren años.
El branding visto de esta forma, se traduce en eficiencia, escalabilidad y solidez.
Por esa razón, el branding debe ser la base sobre la cual se construirá el modelo de negocio.
Y esto es solo el comienzo.
